Diputados de ese país le dieron media sanción a un proyecto para que el Estado controle la producción, venta y uso de esta droga. 
Montevideo. Uruguay dio ayer el primer paso hacia la legalización de la producción, venta y consumo de marihuana regulados por el Estado Anoche, la Cámara de Diputados se disponía a aprobar un proyecto de ley que ahora deberá ser refrendado por el Senado uruguayo. Actualmente es legal consumir marihuana en Uruguay pero es ilegal venderla, comprarla, producirla o incluso tener una planta. Muchas voces coinciden en que es necesario terminar con esta contradicción, algo que intenta hacer este proyecto de ley.
No obstante, el 63 por ciento de los uruguayos se opone al proyecto y sólo 26 por ciento está a favor, de acuerdo con una encuesta de la empresa Cifra. El gobierno presentó públicamente su proyecto de legalizar la marihuana hace un año con el objetivo declarado de disminuir los delitos vinculados al narcotráfico. De continuar la misma senda en el Senado (el Frente Amplio tiene mayoría), Uruguay será el primer país de América latina en legalizar la marihuana. Qué permite. El proyecto incluye la producción de la marihuana bajo licencias entregadas por el Estado a privados, la entrega de hasta 40 gramos mensuales a los usuarios anotados en un registro confidencial y el expendio de la droga a través de farmacias. También se establece la posibilidad de crear clubes de autocultivo de 15 a 45 miembros para acceder a la marihuana, con el control de un ente a crearse, el Instituto Regulador del Cannabis (Irca). En esa línea, Sebastián Sabini, uno de los legisladores redactores del texto, destacó que la iniciativa busca generar mecanismos seguros para los usuarios de droga. “De lo contrario los impulsamos al mercado negro, donde entran en contacto con sustancias más riesgosas”, dijo. Sabini ratificó que la prohibición para que los turistas accedan a la marihuana legal será explicitada en la reglamentación del proyecto una vez aprobado y por eso descartó que vaya a incrementarse el “turismo cannábico”. En las últimas semanas, el voto 50 (sobre 99 miembros) que le permitió a la bancada del Frente Amplio aprobar el proyecto en Diputados, estuvo en duda por el silencio al que se llamó el diputado oficialista Darío Pérez, quien planteó varios reparos a la redacción original del Ejecutivo. “Al proyecto tal cual vino del Ejecutivo no estaba dispuesto a votarlo”, dijo ayer. Y agregó: “Los órganos del Frente Amplio han tomado la determinación de seguir este proyecto. Mientras yo sea parte de este frente voy a seguir esas reglas”. Por su parte, el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, respaldó la propuesta de Uruguay. “No tenemos ninguna objeción y no provocará ningún alboroto internacional”, dijo.
