Los festejos de diciembre no representan un momento de alegría para todos. Las mascotas se sienten aturdidas y molestas por el ruido de la pirotecnia. Cómo protegerlos y cuidarlos.
Los perros tienen una capacidad auditiva tres veces mayor que la de los humanos. Por eso mismo, un simple petardo puede causarles graves trastornos, no sólo a ellos, sino también a los dueños.
La reacción instintiva que tiene la mayoría de las mascotas es la de "escapar para evitar el peligro". Ante ruidos extremadamente altos, como pueden ser algunas tormentas o los fuegos artificiales, buscan protegerse y ésa es la razón por la que comienzan a correr. El mayor riesgo consiste en que no sepan volver a sus hogares o que sean atropellados por vehículos.
"Algunos perros se tratan con ansiolíticos, que causan una sedación suave poco después de la administración (deben dosificarse 30-60 minutos antes de una tormenta o los fuegos artificiales). Otros perros necesitan ser medicados diariamente, si la tormenta o los festejos duran varios días", remarcan desde la página web Mascotia.com.
La mayoría de los especialistas aconsejan acompañar a sus mascotas en el momento de tensión para transmitirles confianza. Igualmente, hay que tener cuidado en no sobreprotegerlos para evitar alimentar su ansiedad.
En lo posible, hay que buscar dejarlos en el lugar de la casa con menos impacto sonoro. Lejos de las ventanas y puertas, resguardarlos en una habitación con la puerta cerrada puede ser una buena solución. A veces, encender el televisor para que escuchen ruidos conocidos también puede ayudar a aliviarlos durante el momento de estrés.
Es importante remarcar que los medicamentos, tanto homeopáticos como los tradicionales, deben ser recetados por profesionales, ya que una sobredosis de ansiolíticos puede llegar a ser mortal para las mascotas. Además, es vital tener en cuenta los antecedentes de cada animal, así como la edad.
Entre las recomendaciones más importantes, figuran:
- No utilizar pirotecnia cerca de los animales.
- Colocarles una identificación.
- Salir a pasear con collares seguros.
- Consultar expertos en caso de medicación.
- Dejarlos en un ambiente seguro y conocido por ellos.
"El mejor y efectivo remedio para un perro fóbico es un programa de modificación de conducta; consultar con el médico veterinario y, si es necesario, que lo derive a un especialista en comportamiento animal para que evalúe al animal. El especialista podrá elaborar un plan adecuado para cada fobia en particular", indican desde la web especializada.
