Saltar menú de navegación Teclas de acceso rápido
Región

Maduro dijo que se desarticuló el golpe y Venezuela recupera la calma



Los rostros de los que transitan la capital venezolana se ven más distendidos. Y no es para menos ya que tras la suspensión de la marcha que había convocado el ex candidato opositor Henrique Capriles Radonski luego de los hechos violencia que dejaron ocho militantes chavistas muertos como consecuencia directa de su llamado a desconocer el resultado electoral, se logró la paz que exigía buena parte de este país. Sin embargo, el gobierno bolivariano que encabeza Nicolás Maduro no bajó la guardia. Ayer el electo presidente aseguró que se ha desarticulado el intento de golpe de estado pero también se preocupó en alertar sobre la posibilidad de que se produzcan nuevas "emboscadas y autoatentados".
Mientras se suman los gobiernos que reconocen el triunfo de Maduro, con la excepción de Estados Unidos, la supuesta determinación de la oposición a resistir el resultado electoral adverso se fue diluyendo. Ayer, por caso, Capriles se llamó a silencio y, como dicen las viejas crónicas policiales, desapareció de los lugares que solía frecuentar. No hubo más conferencias de prensa ni comunicados. El único que se expresó, pero a través de las redes sociales, fue el ex integrante de Tradición, Familia y Propiedad y cofundador del partido Primero Justicia, Leopoldo López, quien afirmó que existe una orden de captura contra él y Capriles. Ofreció una prueba y que no fue otra cosa que una foto con la firma del juez pero ningún texto que permita demostrar la existencia de una resolución de semejante magnitud.
Capriles ni siquiera fue parte de la delegación de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que fue, durante la tarde, hasta la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE). Tal vez no asistió porque se habría visto en la obligación de darle alguna explicación a la titular del organismo, Tibisay Lucena, por el ataque que sufrió la familia de la funcionaria por parte de militantes opositores. El que participó fue el jefe de campaña, Carlos Ocaríz, quien entregó en persona a Lucena la solicitud para el conteo voto a voto de los resultados de los comicios del domingo. Pidió la la revisión de boletas, actas, máquinas, huellas y cuadernos de votación. Sin embargo, no impugnaron las elecciones, como había prometido anteriormente el ex candidato presidencial. Enterado de ello, Maduro afirmó que está dispuesto a acatar "lo que el Poder Electoral decida en torno a la solicitud de la oposición". "Nosotros la apoyaremos total y plenamente", aseguró.
Al respecto, la titular del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Luisa Morales, señaló que el recuento manual de votos "es un imposible" en Venezuela, cuyas leyes obligan a que el escrutinio y todo el proceso electoral sea automatizado. "Se ha engañado a aquellas personas que han pensado que esto realmente podía producirse", dijo en una rueda de prensa
El único respaldo internacional a esta exigencia de Capriles es el gobierno de los Estados Unidos. Maduro no se olvidó de ese detalle y durante la reunión que mantuvo con los 20 gobernadores chavistas (sobre un total de 23 gobernaciones) repudió esa posición a la que definió como un nuevo intento "intervencionista" de la administración de Barack Obama.
"El intervencionismo de Estados Unidos durante estos últimos meses y, particularmente, durante la campaña electoral fue brutal, vulgar; su coordinación directa con la burguesía amarilla, corrupta, profundamente corrompida es realmente obscena, aunque lo tapen los medios de comunicación de la burguesía", destacó el presidente electo.
Mientras tanto, se extiende la lista de países que reconocen el triunfo chavista, incluso organizaciones como la OEA (ver aparte). A lo que se suman nuevas confirmaciones de presidentes que asistirán a la ceremonia de jura del próximo viernes. A última hora, precisamente, se supo que la presidente de Brasil, Dilma Rouseff anunció que estará presente en los actos que se celebrarán en Caracas.
Maduro no se queda quieto y realiza entre cuatro y cinco actividades por día. En una de ellas aprovechó para advertir a los militantes y simpatizantes del gobierno bolivariano sobre la necesidad de permanecer alertas ante posibles recrudecimientos de los ataques antichavistas.
"Ellos creían que podían hacer una insurrección nacional, no pudieron. Los derrotamos, este pueblo los derrotó y se ha impuesto la paz, la tranquilidad, el sosiego, el acatamiento a la ley y la Constitución, la unión del pueblo para repudiar y aislar a los golpistas y a los violentos", afirmó. Pero luego lanzó una pregunta retórica, "¿por qué no se han disculpado y le han dado el pésame a las familias?". En ese sentido, y a pesar de los días transcurridos, ni Capriles ni ninguno de los dirigentes de la MUD hizo una declaración sobre las muertes que se produjeron en la noche del lunes pasado.
El presidente electo aseguró que su gobierno fue víctima de un intento de golpe de Estado pero que fracasó porque ni siquiera los sectores de la economía local se plegaron. El dato no es menor ya que los industriales y comerciantes fueron en 2002 parte importante del golpe de ese año y del respaldo al paro petrolero posterior que casi provoca un quiebre económico en Venezuela.
Maduro insiste en cuidar la victoria pero al mismo tiempo advierte que debe ser "con paz, amor, respeto y tolerancia, porque efectivamente hay dos mitades, una mayoritaria revolucionaria y otra que se ha opuesto a votar por la Revolución. Al que votó en contra lo reconocemos, lo respetamos, y hemos llamado a nuestro pueblo a tolerarlo". Por ahora lo está consiguiendo. «

Ahora en portada

Teclas de acceso