El Colegio San Antonio de Padua es una escuela confesional, asistida por el Estado en el pago de salarios de sus docentes, y pertenece a la congregación de las monas antonianas, que además atienden en el Hospital Francisco Ramírez, de Feliciano.
Como en muchos colegios públicos de gestión privada, aplican una modalidad de contratación a término, y vencido ese plazo suelen concluir la relación laboral. La docente despedida, además, padece una enfermedad grave.
Un grupo de padres pidió a las autoridades de la Escuela Nº 141 San Antonio de Padua, de Santa Elena, que reviertan la decisión de haber despedido a la maestra de sus hijos que asisten a la sala de 5 años.
La escuela, pública de gestión privada, es administrada por las monjas antonianas, una congregación religiosa que también está presente en las ciudades de La Paz, donde atienden en el Hospital 9 de Julio, y también en San José de Feliciano, en el Hospital Francisco Ramírez.
Aunque el Estado asiste financieramente a esos colegios en el pago de los salarios, la relación laboral con los docentes queda a cargo de los apoderados legales, en este caso el abogado Roberto Juan Ignacio Martínez Zabala. El caso fue revelado en el sitio Santa Elena Digital.
Los colegios públicos de gestión privada aplican la Ley de Contrato de Trabajo, y los docentes no ingresan por concurso ni están amparados por el Estatuto del Docente. En algunas escuelas, incluso, se aplican contratos laborales con la modalidad a término. Eso ocurre en la Escuela San Antonio de Padua, de Santa Elena.
La docente despedida, además, padece una enfermedad grave, por lo cual su despido generó una angustia adicional entre los padres de los alumnos.
Mediante una nota presentada por los padres de los niños integrantes de la sala de 5 años de nivel inicial, la cual fue dirigida a los directivos del Instituto San Antonio de Padua, le solicitan "revertir la decisión tomada de forma autoritaria y discriminatoria con la Seño de nuestros hijos y sin tener en cuenta la situación de salud por la que está atravesando".
Y como primera medida, muchos de ellos tomaron la decisión de no seguir enviando a sus hijos a clase hasta tanto no se resuelva la situación de la docente.
La determinación de los papás es por tiempo indeterminado dado que desde la administración de la escuela se le informó a la "Seño" en base al argumento de que presenta un tratamiento de salud a base de quimioterapia.
"Ante la noticia que nos consternó y entristeció, dejamos aclarado que habrá padres que, de no tener una respuesta favorable en la mayor brevedad posible, actuaremos en consecuencia, porque creemos que esta situación es un acto discriminatorio e irresponsable desde la dirección, como así también consideramos que es un acto escaso de humanidad y cristiandad", dice la nota que firman varios padres.
"A nuestros hijos, desde la Institución se les enseña valores, tales como el amor, el respeto, la responsabilidad, la tolerancia. Por lo cual sentimos que dicha decisión no demuestra coherencia con los transmitido", agrega.
Walter Galarza, director de Educación Privada del Consejo General de Educación (CGE), dijo no estar al tanto del caso, aunque aclaró que en ese tipo de conflictos entre las escuelas privadas y sus docentes el Estado nada puede hacer. "Se rigen por la Ley de Contrato de Trabajo", argumentó ante El Diario.
El secretario general del Sindicato Argentino de Docentes Particulares (Sadop), Sergio Pezoa, apuntó que el docente de las escuelas públicas de gestión privada está en el marco de la legislación que regula el empleo privado, y que en algunas escuelas se aplica la modalidad de los contratos a término. "Cuando se termina el contrato, se queda sin trabajo", indicó. "Estamos dentro del regimen de contrato laboral privado. No somos docentes estatales. Somos docentes privados. Y el empleador puede contratar al docente por un tiempo determinado, y cuando ese plazo concluye, la relación laboral se termina. No estoy al tanto de este caso particular ni sé en qué condiciones se dio. Si es cargo subsidiado por el Estado, hay otra modalidad de definición", explicó el dirigente sindical. Pezoa asegura que en las escuelas públicas de gestión privada "el patrón tiene libertad de contratar al docente, y en ese marco, se puede dar la modalidad de contrato a término fijo. Ese contrato está dentro de las cláusulas del empleo formal. Es una modalidad de trabajo. Y si esa modalidad está permitida por la ley, no hay problemas".
El Colegio San Antonio de Padua es una escuela confesional, asistida por el Estado en el pago de salarios de sus docentes, y pertenece a la congregación de las monas antonianas, que además están presentes en el Hospital 9 de Julio, de La Paz, y además atienden en el Hospital Francisco Ramírez, de Feliciano.
La congregación de las antonianas tiene presencia en el país a través de dos formas jurídicas: la Sociedad Hermanas de San Antonio de Padua, con personería jurídica desde el año 1902, y el Instituto de Vida Consagrada nacido en la década del 1990. La Sociedad abarca siete colegios antonianos y una residencia en San José de Feliciano.
EL ONCE
