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Política

A pesar del repudio masivo, el PRO mantiene a Montenegro

Un día después de la represión que desató la Policía Metropolitana dentro del hospital neuropsiquiátrico José Borda, que dejó más de 50 heridos, todos los bloques de la oposición le pidieron la renuncia al ministro de Justicia y Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, durante una sesión especial en la Legislatura porteña.

Sin embargo, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ratificó al ministro de Seguridad de la Ciudad al frente de la cartera y subrayó que "si algún efectivo actuó fuera de los protocolos, Montenegro tendrá que actuar".

rodriguez larreta

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En su presentación ante la Legislatura, Montenegro repitió los mismos argumentos que esgrimió el jueves el jefe de gobierno, Mauricio Macri, para justificar la brutalidad del operativo, que no contó con ninguna orden judicial. Sostuvo que "la violencia no fue generada por los efectivos, que fueron agredidos en diferentes circunstancias durante una hora y media", pero a la vez prometió "una clara autocrítica sobre cómo fue realizado el procedimiento, para que en definitiva este tipo de situaciones no se repita".

Las explicaciones del ex juez federal que tuvo a su cargo la creación de la 26ª fuerza policial del país a partir de 2008 buscaron eludir la responsabilidad política del operativo represivo, con una añeja estrategia institucional que redujo la gravedad de los incidentes a "casos aislados" que serán "investigados y sancionados" por una "auditoría externa policial". No fue la primera cita del funcionario que ha transitado distintas partes del recinto para defender la creación de la fuerza en 2008 y la designación del ex comisario de la Federal Jorge "Fino" Palacios, que renunció poco después, ante el escándalo que desató la existencia de una red de escuchas ilegales dentro de la comuna. Ese caso lo obligó a responder duras denuncias realizadas en su contra ante la Comisión Investigadora que sesionó hace dos años.

 
 

"La mayoría del oficialismo no puede consentir esta represión. Es notable que la intención es querer mostrar dureza, pero lo de ayer no tuvo nada que ver con una policía de cercanía, como la que define la Ley de Seguridad Pública", dijo Juan Cabandié.

A su turno, Fabio Basteiro, dirigente sindical y jefe de la bancada de Buenos Aires para Todos, abrió el capítulo de los legisladores que vivieron la represión en vivo. "Vi cómo arrastraban a una enfermera con bastón y a una señora mayor por toda una cuadra", gritó Basteiro. "Es una vergüenza que nosotros seamos los victimarios y ustedes las víctimas, ¿se acuerdan de las pistolas eléctricas taser? ¡Imaginen lo que habría pasado! ¡Imaginen los heridos!", exclamó el dirigente de ATE, el gremio que tenía a cargo el taller de reinserción laboral y cuyos delegados fueron ferozmente atacados

Esta mañana, Larreta reconoció que "siempre las imágenes de este tipo son fuertes" pero aclaró que en los incidentes hubo "gente que no tiene nada que ver con los trabajadores". "No eran cuatro o cinco, eran grupos de cincuenta o cien personas que fueron a tirar piedras con una ferocidad tremenda", denunció.

 

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