En la segunda jornada del juicio a Rubén González por el asesinato de Luciana Toledo, declararon casi una decena más de testigos. Se intenta confirmar o descartar la participación o no del hombre de 23 años en el crimen de la joven ocurrido el 1º de abril de 2014 en un camino vecinal a 1 kilómetro del ingreso a San José de Feliciano, el cual no tuvo testigos presenciales directos.
Por un lado, los médicos forenses refirieron pormenores de la autopsia practicada a la víctima: los tres impactos de bala que recibió (el que le ingresó por la espalda le perforó el corazón), y las lesiones que tenía en el rostro por golpes que databan de unos 10 días atrás. También un psiquiatra que analizó a González dijo que tiene una personalidad psicopática.
El testigo más esperado fue un hombre de apellido Alderete, quien convivía con Toledo, y recordó que la noche anterior al crimen la joven había discutido con Puchi González en la puerta de la casa, quien además le había pegado. Otro hombre que conocía a la víctima refirió que el acusado una vez le había mostrado un arma de fuego.
Sobre el presunto vínculo entre González y Toledo, declaró una chica que refirió que mantenían una relación, y un ingeniero de la Policía que peritó los celulares de ambos contó acerca de los contactos telefónicos que habían mantenido, lo cual evidenció un vínculo amoroso.
El debate continúa el jueves con la declaración más esperada: la de un chico de 13 años, quien había dicho a los investigadores que ese día había visto en la ciudad al hombre y la mujer manteniendo un diálogo.
El viernes serán los alegatos de la fiscal María Beatriz Garrahan, que pedirá la prisión perpetua por el delito de Homicidio calificado por violencia de género, y del abogado defensor Roberto Alsina, que sostiene la inocencia de González por lo que reclamará su absolución.
Fuente Diario Uno
