"Fin de año, tiempo de balance", la frase se impone casi como una consigna cuando el calendario va deshojando sus últimos días y, casi instintivamente, se mira hacia atrás para analizar qué se hizo, qué se logró y qué quedó pendiente. Para algunos... un mal necesario, para otros un tiempo de reflexión. Lo cierto es que a esta altura del año todos nos preguntamos: ¿Cómo nos fue?

Otros opinan que los balances sirven para ver  si pudiste alcanzar esas metas que te habías propuesto, si te aproximaste a los logros que pretendías”

Nosotros particularmente creemos que la vida no puede medirse año a año, sino día a día, que tildar un año como positivo o negativo sería mentirnos. La verdad es que en 365 días ocurren muchas cosas, tenemos momentos de felicidad y  otros de tristeza, rachas negativas y otras positivas. Finalmente sabemos que tanto los beneficios como los problemas deben ser atendidos al momento, no puedes dejar que te superen en el día a día. Esto debe hacerse siempre para al menos, salir empatados.

Queridos amigos,  lo importante es valorarse uno mismo y siempre..siempre volver a intentarlo, levantarse una y otra vez. En definitiva, nadie tiene el manual de la vida.  Solo la única opción de  vivirla.

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