Nery Pumpido no lo comunicó oficialmente pero desde su núcleo más cercano sentenciaron que el campeón del mundo con la Selección Argentina daría un paso al costado del primer equipo de Unión de Santa Fe no bien terminara el partido de esta noche ante Racing, sea cual fuere el resultado. Hasta acá, su querido Tatengue no había conseguido una victoria en todo el campeonato y el promedio casi lo sentencia a la B Nacional en la próxima temporada, aunque todavía le resten 19 jornadas en Primera.

Enfrente estaba la Academia, uno de los mejores equipos del campeonato, sobre todo desde la inclusión de los juveniles en el ataque. El tridente compuesto por Luis Fariña, Ricardo Centurión y Luciano Vietto le entregó frescura y desfachatez al elenco de Avellaneda. De previsible, poco y nada. Ingenio, precisión y velocidad son las características más salientes de esta ofensiva renovada que dejó en el banco de suplentes, por ejemplo a José Sand.

Sin embargo en el comienzo de la noche santafecina los roles parecían estar invertidos. Era el local que, por su derecha, lastimaba a la visita. Con Franzoia y Jara como caras visibles del ataque, los hombres de remera oscura tuvieron una serie de aproximaciones capaces de adelantarlos en el marcador.

El problema estuvo en que, fiel a su costumbre, Unión no fue contundente y desde esa falencia creció Racing, haciéndose lucir –una vez más, y van…- a Centurión por el costado izquierdo.

Los de Zubeldía se hicieron cargo de la posesión de pelota. Fariña junto con Camoranesi buscaron ser usinas generadoras, que pocas veces pudieron poner a a un compañero en posición neta de gol. Sólo Centurión lo consiguió con Vietto, quien tras dejar en el camino a Perafán dilapidó su oportunidad increíblemente.

En la segunda mitad las emociones parecían ausentes hasta que, cuándo no, otra vez Centurión sacudió la modorra con una jugada individual en la que le ganó en velocidad a los dos centrales y buscó el ángulo en la definición, que no fue tan exacta. Minutos más tarde volvió a tenerlo el cuadro de Avenalleda, en los pies de Fariña, que tras una pared probó de media distancia, desviado.

Cuando más méritos hacían los hombres de blanco y celeste para quedarse con el triunfo, una pelota parada que Correa encontró en el área de Sebastián Saja le entregó la victoria parcial al Tatengue, la primera del campeonato, en lo que seguramente haya sido el último partido de Nery Pumpido en el banco de suplentes.

Después, la inspiración de Franzoia pudo aumentar la diferencia. El ex Boca, Central y Huracán, ingresó al área con un caño soñado ante Fernando Ortiz y cruzó el remate, que se fue abriendo, alejando el peligro del arco rival poco a poco.