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Deportes

En una noche soñada, Racing se probó la pilcha de candidato

Sin que hubiera comenzado a rodar la pelota, Racing sonreía. Los resultados del domingo le permitían a La Academia soñar con acomodarse al lote de los punteros. Las derrotas de Vélez ante Boca y Newell’s a manos de All Boys obligaban a que la orquesta blanquiceleste brindara un recital a la altura de las circunstancias en la noche de lunes.

Enfrente estaba el siempre difícil Quilmas, que de entrada nomás pareció aguar la velada que pintaba para fiesta en el estadio Juan Domingo Perón, enmudeciendo a una multitud. El Cervecero de Omar de Felipe saltó al terreno dispuesto a intercambiar ataque por ataque, exigiendo a Sebastián Saja en más de una oportunidad, pero fiel a su costumbre el hombre nacido futbolísticamente en San Lorenzo de Alamgro respondió con solidez a cada llamada.

Pero claro, el ataque racinguista es de temer. El mediocampo integrado por Zucculini-Pelletieri- Villar se ocupa de recuperar el balón y cederlo rápidamente para alguno de los integrantes del tridente de ataque, ligeritos todos y capaces de sacar a relucir el ingenio en situaciones límites.

Valentín Viola, Ricardo Centurión y Luis Fariña, sin posiciones fijas, se movieron por el ancho del campo descolocando a la última línea visitante. Escaparon de su marca y, cuando perdieron la pelota, presionaron incansablemente hasta recuperarla lo más próximo posible al arco rival.

De hecho así llegó Racing a convertir el primer tanto de la noche. Una jugada que se había diluido encontró a dos de los juveniles peleando con Cristian Lema, bocha que finalmente Centurión golpeó fuertemente y con decoro para ubicarla pegada al palo derecho de Tripodi, haciendo delirar a los hinchas locales.

Después del 1-0, Racing jugó un poco más con la desesperación de la visita, apremiada por la tabla de los promedios. Usufructuó la velocidad de sus delanteros para lastimar a Quilmes y, en menos de diez minutos, duplicó esa ventaja parcial gracias al tanto de Luis Fariña, que en el segundo tiempo anotaría el segundo de su cuenta personal para decretar el 3-0 final que ilusiona a media Avellaneda.

Se acordó tarde La Academia de jugar al fútbol. Pasados varios partidos Zubeldía decidió prescindir de los hombres con experiencia (léase José Sand, Mauro Camoranesi, Gabriel Hauche) y darle rodaje a los muchachos surgidos de las inferiores. Con ellos ganó frescura en ataque, y velocidad.

De su mano la parte celeste y blanca del municipio consiguió una goleada por 4-0 (sellado por Perez Güedes cuando la visita ya jugaba con diez hombres) que le permite quedar a tres unidades de los líderes del Torneo Inicial, Vélez y Lanús. Será difícil el camino al título, más quedando apenas tres partidos por jugarse, pero nadie podrá borrarle la ilusión a los hinchas de pelear hasta el final.

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